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junio 24, 2015

Inti Raymi



  
                            Inti Raymi 2015
El Inti Raymi o Fiesta del Sol fue una ceremonia inca que se realizaba, con carácter anual en el Cusco, la capital del Tawantinsuyo, entre el período final de la cosecha y el inicio del equinoccio invernal de los Andes, es decir en la segunda mitad del mes de junio.
El Inti Raymi en la época de los Inkas era, el equivalente a lo que hoy es para nosotros la fiesta de año nuevo. La celebración solar era una fiesta en la cual se iniciaba un nuevo año y terminaba todo el año agrícola anterior entre los meses de mayo o junio, y al mismo tiempo se iniciaba el nuevo ciclo agrícola a partir del mes de julio, de modo que el período existente entre la última semana del mes de junio y comienzos del mes de julio era un lapso de transición del año viejo agrícola a uno nuevo, entonces la fiesta estaba dedicada a ese acontecimiento.

A tiempo inmemorial se remontan las huellas de la presencia del hombre en el   emplazamiento de la actual ciudad, donde surgió, se expandió y floreció magnificente la   Gran Civilizac
ión Inka; la capital fue concebida bajo la forma de un puma, felino considerado como una   de sus divinidades tutelares. Por ello al Cusco también se le conoce como la Ciudad Puma.

En lugar privilegiado de la sagrada capital, el Inka Pachakuteq mandó a construir el   Qorikancha, un fastuoso templo dedicado a reverenciar al Sol, dios al que los inkas   denominaban Apu P`unchao o Apu Inti, en cuyo honor fue consagrada la imponente fiesta   del  INTI  RAYMI,  que alcanza  contornos de solemnidad y esplendor,  tal como describen 
los más importantes cronistas.


Objeto de las fiestas del Sol

Fueron varias las razones que impulsaron a la civilización Inka a realizar los sacrificios y ofrendas al astro rey. Una fue que el Inka, al igual que la nobleza cusqueña, eran considerados hijos naturales del Sol; a él obedecían su existencia, y debían corresponderle con sacrificios y ofrendas. Por otro lado, si la cosecha del maíz fue buena, había que agradecerle y si fue mala, había que rogarle para que el año venidero les compense con una buena producción.


En junio (solsticio de invierno)
El sol iba alejando, el frio   aumentaba, en los amaneceres   el agua estaba escarchada, por   tanto, había que pedirle al Sol   que volviera, que al rayar los   crepúsculos matutinos no   siguieran avanzando hacia el   norte. Finalmente, había que   testimoniarle al dios Inti, la   eternidad y total entrega de sus   hijos, con sumisión y respeto.

Hace más de VI siglos, el inka   Pachakuteq instituyó la Fiesta al   dios Sol. Los Cusqueños   actualmente siguen   representando el Inti Raymi con   el mismo fervor con el que sus   ancestros lo realizaban en las   esplendorosas épocas del   incanato.

El Inti Raymi, en su versión contemporánea
 se realiza desde el 24 de Junio de 1944,   cuando fueron instituidas las fiestas de la ciudad en recuerdo a su milenario origen y cuna   de la Gran Civilización Inka.

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